Los que confían en el Señor.

Otra cita Bíblica clásica y muy utilizada, muy reconfortante y motivadora. A todos nos gusta volver a llenarnos de energía y levantar el vuelo y aun más cuando la cita hace referencia a las águilas, pues rápidamente imaginamos belleza, grandeza, fuerza y majestuosidad. Incluso el águila ha sido utilizada a través de los años como un símbolo imperial y de guerra, para mostrar poderío y victoria. Y es acerca de esta cita de la que queremos estudiar, y la recomendación que siempre hacemos al estudiar una cita bíblica es analizar el contexto, es decir; para quien fue escrita, de que se está hablando,  y de esta manera evitaremos caer en un error bien común en estos días, donde de un texto se saca lo que queremos, nos conviene, se adapta a mis ambiciones y nos gusta entender y a partir de ahí levantar un estudio, el proceso debe ser justo a la inversa, primero debemos saber de qué está hablando la biblia en el versículo en cuestión, no apartarnos de todo el texto bíblico, y de ahí levantar el estudio, y bueno el contexto de esta cita bíblica como toda la Biblia, es muy bello, y se refiere a el anuncio de la salvación del pueblo de Israel de la cautividad Babilónica y proféticamente de la salvación a través de Jesucristo para todos nosotros. Es en este capítulo 40 de Isaías como empieza la muy famosa sinfonía de Händel “El Mesías” para después pasearse por Malaquías y otros profetas, hasta llegar a los evangelios. Es también como empieza su ministerio Juan el Bautista para anunciar a Jesucristo.

Antes de entrar de lleno al estudio, me gustaría hacer un comentario genérico del texto. Esta es una cita bíblica que si nos quedamos solo con el versículo 31 podemos hacer una predica súper motivacional y humanista, pero no, al menos el contexto de esta cita no va por ahí, aunque si queremos motivarte a encontrar fuerza apoyándote en la salvación provista por Dios que es a través de Jesucristo.

Entremos de lleno al tema empezando con el autor, el profeta Isaías. Su nombre en hebreo tiene como significado “Jehová es salvación” o “Salvación de Jehová”. Recordemos que el significado de los nombres hebreos tienen mucho sentido en la biblia y precisamente este significado es el tema principal del libro y si recordamos la cita bíblica en cuestión, le podemos poner una pieza más al tema y podemos complementar la cita, es decir “los que esperan en el Señor tendrán salvación”, y es a través de esa salvación que propone el capítulo 40 de Isaías la que hace que los que esperan en la salvación de Dios recobren sus fuerzas. Con esto toma más forma el texto y sobre todo fuerza, pero aún hay más.

Vamos ahora con el contexto del libro de Isaías, un libro repleto de profecías mesiánicas escrito durante varias décadas (aprox. 745 – 690 a.C) y el segundo libro del antiguo testamento más citado en el nuevo testamento después de los Salmos. El libro de Isaías tiene un orden consistente desde un punto de vista histórico. Estudiando el libro de Isaías con atención nos damos cuenta que el libro se divide en 2 secciones muy claras, tanto que incluso hay quienes sugieren 2 autores, pero no nos meteremos en ello pues aunque hubiera 2 autores no cambia el sentido del libro. Lo que es un hecho es que del capítulo 1 al 39 se refleja el antiguo testamento y la tremenda necesidad que tiene el hombre de salvación. 39 capítulos 39 libros que conforman el antiguo testamento, los capítulos del 40 al 66 ofrecen la provisión de la gracia de Dios para salvar al hombre y reflejan el Nuevo Testamento, 27 capítulos 27 libros que conforman el nuevo testamento. El libro de Isaías  revela mediante símbolos y reflexiones, una forma de ver y de vivir centrada en Dios, y nos ofrece la verdadera manera de vivir vs las falsas apariencias del mundo. En el capítulo 1:2 a 2:5 encontramos un microcosmos del mensaje del libro. Dios acusa al pueblo: han recibido muchos privilegios que deberían ser hijos agradecidos pero han PROVOCADO la ira de Dios, sin embargo los juicios de Dios tienen como propósito llevarlos al arrepentimiento. El libro de Isaías es una visión de esperanza, el advenimiento del mesías para redimirnos y la promesa de un nuevo mundo, donde el pecado y la tristeza pasaran al olvido (35.10; 51.11). Podríamos extendernos un poco más en cuanto a los temas centrales del libro sin embargo, queremos centrarnos en el estudio del texto en cuestión.

“Pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan.” Isaías 40:31

Después de analizar un poco al autor y el contexto del libro vayamos pues al capítulo 40 que es donde se encuentra nuestra cita en cuestión, Isaías en los capítulos anteriores (1-39) como ya mencionamos con anterioridad habla de la tremenda necesidad que tiene el hombre de la reconciliación con Dios y el inicio de este capítulo si lo tomas a título personal reconociendo que necesitas de esa redención es un texto esperanzador y hará que se te erice la piel:

“Consolaos, consolaos pueblo mío (ponle tu nombre) dice vuestro Dios, tomemos en consideración que este texto está dirigido a un pueblo que viene del exilio Babilónico (del sufrimiento), hacemos la acotación del destinatario, por si por alguna razón te encuentras en esa situación de sufrimiento toma en cuenta el cariño con el que Dios te habla “Pueblo mío”, “Tu Dios personalísimo”. Hablad al corazón de Jerusalén (ponle nuevamente tu nombre); decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, es decir que tienes a tu alcance la reconciliación con Dios, que tus pecados son perdonados, ¡Y DE QUE MANERA! Que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados, o como lo dice la Biblia católica “que ha recibido de mano del Señor doble castigo por sus extravíos”, ahora imagina a Jesús diciendo tu nombre y preguntando, ¿Cuánto debe mi hijo por sus equivocaciones?… pues aquí estoy YO para pagar el doble, para rescatarlo, para reconciliarlo con el Padre. Si aquí paráramos el estudio creo que sería suficiente para que donde estés reconozcas que te has equivocado, reconociendo que Jesús es quien pago tu precio y dejes que Él tome el control de tu vida. Pero vamos a seguirle hasta llegar al versículo 31 que creo que comienza a tomar mucho más sentido.

En los siguientes versículos leerás frases bien conocidas donde Juan el bautista encontró el llamamiento para su generación, anunciando al mesías. También encontrarás una descripción de lo que es el hombre, lo efímera que es nuestra vida sin Dios, hoy somos y mañana moriremos vs la Descripción de un Dios 1) Amoroso, el buen pastor que apacentara a su rebaño en sus brazos y 2) Poderoso, que basta con mirar a nuestro alrededor para ver su grandeza, un Dios que no puede ser representado en madera, plata u oro.

Dicho todo el contexto comenzamos a entrar con mucha más fuerza a nuestro texto donde a partir del versículo 28 Isaías comienza a hablarnos de un Dios que no desfallece, que no se cansa y es de gran entendimiento, es decir un Dios en el que podemos confiar, solo por poner un ejemplo, el Dios que da la fuerza al mar es el mismo Dios que da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas, los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen y ahora si… Pero los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Todo el contexto citado con anterioridad está encausado para que al llegar a nuestro texto se entienda el contexto y no busquemos un pretexto para comenzar a volarnos con enseñanzas vanas de motivación humanista.

Recuerdo que cuando mi madre quería explicarme algo que a su parecer necesitaba de una comprensión especial decía una frase, “esto tiene truco” y creo que para explicar esta cita bíblica aplica muy bien esta frase, y el truco está en el contexto y en la misma cita “Los que esperan en Dios”, meditémoslo bien, ESPERAR EN DIOS, es decir, las cosas son como Dios dice, en sus tiempos y a su manera que sabemos que siempre será la mejor, sin embargo esperar no siempre es tan fácil, a veces hay dificultades e incluso esta cita menciona “recobran las fuerzas”, lo que quiere decir que nos sitúa en esos momentos donde en el mejor de los casos nos encontramos decaídos y sin fuerzas, y en casos extremos en angustia y preocupación y por lo general en esos momentos nosotros ya tenemos visualizada la solución perfecta, y queremos que sea Dios el que se ajuste a nuestra solución, por lo que pedimos, Señor mándame esto o aquello y no nos gusta esperar la respuesta que Dios tiene para nosotros, queremos  que sea lo más pronto posible y más cuando no la estamos pasando bien, entonces la esperanza no se pone en Dios sino en nuestros conocimientos, quizás en nuestro dinero, o tal vez en nuestro trabajo, en nuestros estudios, pero no en Dios. Esta cita sitúa la esperanza en Dios, y en su contexto apunta a Jesús quien pago el precio para reconciliar al hombre con Dios, para que todo aquel que crea en Él no se pierda y tenga vida eterna. Pongamos nuestra esperanza en Él y haciendo referencia a las águilas, unámonos al salmista (Salmos 103:2-6) “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” Seamos también como las águilas que aun en las peores tormentas podemos mantener la calma sabiendo que saldremos adelante y que Dios siempre tiene un propósito para nuestras vidas. Después de haber leído estas líneas esperamos que puedas meditar en la siguiente canción y entiendas que la salvación de Jehová fue en Jesús y aprendas a poner tu esperanza en Él.

Nos despedimos, no sin antes agradecer a Leslie Onofre de Semilla de Mostaza por regalarnos la grabación de esta hermosa alabanza.