Formando convicciones en Dios

Por: Eugenio Bañuelos de Ministerios "El Camino"

Cita Bíblica base: Hebreos 11:1 "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."

 

Una enseñanza acerca de la Fe y las convicciones en Dios. Estamos seguros que será de edificación y esperamos disfruten de este estudio sobre la Fe, desde el punto de vista de las convicciones.

 

Este texto es un resumen ya que el estudio del apóstol es mucho más extenso, esperamos pronto tenerlo en entrevista para que profundice en el tema. A menos que se indique lo contario en este texto, las citas bíblicas están tomadas de la Traducción en Lenguaje Actual de las Sociedades Bíblicas Unidas.

 

“Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11:1 RV)

 

“Tener Fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos”. (Hebreos 11:1 DDH)

 

“Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver”. (Hebreos 11:1 TLA)

 

De acuerdo a la información que la Biblia proporciona, la Fe en Dios abre posibilidades ilimitadas para los seres humanos.

 

A un padre desesperado por la enfermedad que padecía su hijo, Jesús le dijo: “Si puedes creer, al que cree, todo le es posible” Marcos 9:23 R.V. Instruyendo a sus discípulos, los motivo: “Les aseguro que si tienen una Fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: trasládate de aquí para allá, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible” Mateo 17:20-21 NVI.

 

En Mateo 7:8 enseñando a una multitud Jesús declaró: “El que confía en Dios, recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido” Jesús es muy claro; un hombre o una mujer que ha edificado una Fe genuina, tiene a su disposición todos los recursos de Dios.

 

La Biblia nos confirma que Dios siempre responde cuando una persona ha edificado una Fe correcta.

 

Noé tenía una Fe genuina y él y su familia fueron salvados del diluvio. Abraham recibió el cumplimiento de las promesas por su Fe autentica. Ezequías fue grandemente prosperado porque desarrolló una Fe verdadera. Daniel fue librado de los leones y sus tres compañeros del horno, la hija de la mujer cananea fue sanada de inmediato, la hija de Jairo fue resucitada al momento. Toda persona que edifique una Fe autentica, siempre encontrará lo que busca.

 

La importancia de la Fe

 

Una persona de Fe:

1.- Tiene a su disposición todos los recursos de Dios. Salmo 34:8-10; 37:3-5; Mateo 7:7-8

2.- Posee la sabiduría de Dios. Santiago 1:5-6

3.- Tiene garantizada la bendición y la ayuda divina. Salmo 37:3-5; Proverbios 3:5-6

4.- Disfruta de la salud física y emocional que Cristo gano en la cruz. Isaías 53:1-5; Mateo 9:22; 9:29

5.- Vive siempre bajo la protección de Dios. Salmo 91:1-12; 121:1-8

6.- Es una persona ilimitada. Mateo 17:20; Marcos 9:23

7.- Tiene la posibilidad de hacer las mismas cosas que Cristo hizo: Juan 14:12; Marcos 16:17-18

 

La confusión de la Fe

La Biblia nos informa que desde el principio, el diablo desató una campaña para desprestigiar a Dios, con el propósito de que los seres humanos dudaran y perdieran la confianza en Él y de esa manera apartarlos de su creador.

 

La trampa de satanás

En sus cartas a las iglesias, los apóstoles nos hablan de una trampa que el diablo tendió al hombre para tomar el control de su vida. Hechos 26:15-18; 2ª Corintios 11:3; 2ª Timoteo 2:25-26

 

¿En qué consistió esa trampa?

Los apóstoles se refieren al evento en el jardín de Edén, cuando satanás, en forma de serpiente y de manera sutil, aborda a Eva para manipularla, presentándole a Dios como un mentiroso. Génesis 3:1-6

 

Podemos observar 3 objetivos en la estrategia del diablo:

1.- Que Adán y Eva dudaran de Dios y le perdieran la confianza.

2.- Que ambos desobedecieran las instrucciones divinas.

3.- Que la primera pareja creada hicieran las cosas como el diablo sugería.

 

La trampa de satanás tuvo éxito. Adán y Eva dudaron de Dios, desobedecieron sus órdenes y se sometieron en obediencia al diablo. ¡Le creyeron más a satanás que a Dios!

 

La estrategia satánica tuvo efectos devastadores, la mayoría de los seres humanos perdieron la Fe en Dios e hicieron de la obediencia al diablo su estilo de vida, piensan que es mejor y más conveniente vivir como satanás enseña, que vivir como Dios nos instruye en su palabra.

 

Miles y miles de hombres y mujeres que afirman creer en Dios están convencidos de la realidad de su Fe, pero su estilo de vida, su manera de reaccionar ante las circunstancias y de tomar decisiones evidencian su falta de Fe en Dios.

 

¡Creen que creen, pero realmente no creen! El problema es que se confunden y desaniman cuando se percatan que Dios no responde a su “Fe”.

 

¿Cómo ser libre de la trampa de satanás? ¿Cómo formar convicciones de que es mejor vivir en obediencia a Dios que al diablo?

 

En Deuteronomio 30:1-10 el profeta Moisés exhorta a un pueblo que ha vivido en esclavitud por más de 400 años. A esos hombres y mujeres, entre otras cosas, el profeta enviado por Dios los motiva: “Si ustedes y sus hijos se arrepienten y de nuevo deciden obedecer a Dios con toda su mente y con todo su ser, Dios los volverá a bendecir, estará contento con ustedes y hará que les vaya bien en todo.

 

Tres veces el profeta repite a los israelitas el concepto “obedecer a Dios con toda su mente y con todo su ser”, y el último es enfático: “Todo lo que tienen que hacer es arrepentirse de sus pecados y obedecer a Dios con toda su mente y con todo su ser”.

 

La obediencia de corazón a la palabra de Dios, la obediencia al pie de la letra, la obediencia con toda nuestra mente y con todo nuestro ser, es la clave para ser libre de la trampa de satanás y formar la convicción de que es mucho mejor obedecer a Dios que al diablo.

 

Todos los hombres y mujeres que fueron bendecidos, aprendieron a obedecer al pie de la letra las ordenes e instrucciones divinas, llámese Noé, Abraham, Moisés, Josué, David, Ezequías, Josafat, Josías, Pablo, o personas menos conocidas como la viuda del aceite, Naamán el Siro, los 10 leprosos, Pedro y su pesca milagrosa, el ciego de nacimiento, etcétera.

 

Todo creyente que toma la decisión firme de obedecer con todo su corazón la palabra de Dios, será libre de la trampa de satanás y formará la convicción de que es mejor hacer las cosas como Dios manda y no como el diablo quiere.

 

¿Qué es la Fe?

Hebreos 11:1 define lo que es la Fe R.V. 60 “Es, pues, la Fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

 

Tener Fe es tener la plena y total seguridad, la absoluta certeza, la firme convicción de recibir lo que se espera; de que algo existe, aun cuando no lo podamos ver. Fe es ya tener la plena y total seguridad, es ya tener la absoluta certeza y la firme convicción de algo.

 

Las convicciones mueven a las personas. Es más fácil accionar o tomar decisiones cuando hay convicciones claras. La persona avanza con paso firme, sin titubeos:

 

La convicción de Jairo Mateo 9:18

La convicción de Abraham Hebreos 11:17-19

La convicción de David 1 Samuel 17:37

 

Las convicciones eliminan las dudas. Cuando hay convicción ya no hay dudas. El proceso de la Fe es la dinámica de formar convicciones en Dios y en su palabra.

 

El proceso de la Fe

Es importante entender que recuperar la confianza en Dios, llegar a tener la dimensión de Fe que establece Hebreos 11:1 requiere de un proceso.

 

La Biblia nos revela que los seres humanos fueron creados con la capacidad para decidir en quien o en que confiar. El Salmo 20:7 declara: ”Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios”. Toda persona que aspire a tener una relación exitosa con Dios necesita recuperar la Fe.

 

En Mateo 6:30 Jesús señala algo que la gente debe aprender “Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿Acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios! Lucas 24:25 refiere la forma en que Jesús, después de haber resucitado, se dirige a 2 de sus discípulos: “¿Tan tontos son ustedes que no pueden entender? ¿Por qué son tan lentos para creer?”. La Fe puede ir madurando y creciendo lo podemos ver en pasajes como Hechos 9:31

 

El apóstol Pablo entendió perfectamente que recuperar la Fe en dios requiere de un proceso. En 2ª Corintios 10:15 les revela que la meta de su trabajo es que vaya aumentando la Fe de ellos en Dios. Para confirmación de que recuperar la Fe en Dios requiere de un proceso y que la Fe debe ir creciendo y madurando.

 

Fe y Convicción

En la biblia encontraremos que los hombres y mujeres que fueron usados para llevar adelante los planes de Dios, o que experimentaron milagros o que recibieron la ayuda que necesitaban, tenían un común denominador: Habían formado convicciones solidas en Dios.

 

Veamos ejemplos estudiando la interrelación entre Dios y los seres humanos desde el punto de vista de las convicciones:

 

Éxodo 39:32-43 Moisés tenía la convicción de que seguir al pie de la letra las instrucciones de Dios garantizaba la aprobación de Él.

 

1º de Samuel 17:46-47 David tenía la convicción de que Dios estaba con él y que Él es el que da la victoria.

 

Daniel 3:16-18 Sadrac, Mesac y Abed-nego tenían la convicción de que Dios podía librarlos del horno ardiente.

 

Mateo 8:8 El capitán romano tenía la convicción de que Jesús tenía autoridad sobre las enfermedades.

 

Por las decisiones que tomaban y de manera muy especial, por la forma en que Dios les respondía, podemos afirmar que eran personas de convicciones profundas. ¡Eran hombres de Fe!

 

Jesús. El modelo de Fe. Un hombre de convicciones.

Él estaba totalmente convencido de quien era, de donde venía, de quien lo había enviado, de la misión que debía cumplir. También sabía y no tenía la menor duda de que tenía que sufrir y morir en una cruz, pero también estaba seguro de que al tercer día resucitaría ¡Que motivante es saber que todos los que hemos creído en Cristo podemos formar convicciones como las que tenía Abraham, David, Ezequías, Pablo… Y el mismo Jesucristo!

 

La formación de convicciones.

Hay 3 elementos que intervienen en la formación de convicciones.

  1. La información.
  2. La práctica o experiencia.
  3. Los resultados.

Si la información que una persona recibió es correcta, si la puesta en práctica es adecuada, seguramente los resultados serán positivos.

 

La gente forma convicciones religiosas, políticas, morales o también respecto a personas, empresas, productos, marcas, etcétera, y cuando tienen que tomar una decisión, no pierden mucho tiempo en tomarla ¿Por qué? Porque ya han formado convicciones. Las convicciones eliminan las dudas. Por el contrario, cuando hay dudas es porque no hay convicción.

 

El principio de la Realidad Mental

“Para que algo sea real en la vida de una persona, primero tiene que ser una realidad en su mente”. Proverbios 20:18 “Nunca vayas a la guerra sin un buen plan de batalla”.

 

El apóstol nos recomienda “Piensen bien lo que van a hacer, para que siempre hagan lo correcto”. (1ª Pedro 1:13). Las convicciones son realidades que viven en la mente de las personas.

 

Diferencia entre Información y Convicción.

El objetivo de Dios es que su Palabra este en el creyente en forma de convicciones. Leamos Hebreos 8:10 R.V. “Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré”. TLA “Hare que mis enseñanzas las aprendan de memoria, y que sean la guía de su vida”.

 

El error de muchísimos creyentes es que tienen la Palabra de Dios solamente como una información. No han permitido que las declaraciones, enseñanzas, promesas y mandamientos que están escritos en la Biblia formen convicciones en ellos. Por ejemplo, hay cristianos que han leído o escuchado lo que dice el Salmo 91:9 “El Dios altísimo es nuestro refugio y protección”, sin embargo cuando enfrentan un peligro, les da miedo y se angustian ¿Por qué? Porque tienen la información que nos da el Salmo, pero no han formado convicción de esa información.

 

Reflexionemos, hay información, pero no hay convicción. Todo creyente debe escudriñar la Biblia no solo para adquirir conocimiento o recibir información; debe someterse al proceso a fin de que ese conocimiento o información forme convicciones en él.

 

La formación de convicciones en Dios.

La Biblia nos presenta a hombres y mujeres que tenían convicciones profundas en Dios ¿Cómo las formaron?... Vamos a analizar el perfil algunos de ellos, considerando los 3 elementos que intervienen en la formación de convicciones: Información-Experiencia-Resultados.

 

La convicción de Naamán 2º de Reyes 5:1-27

Naamán era un general del ejército de Siria. Era muy estimado por el rey y por el pueblo, pero estaba leproso. El versículo 15 describe la convicción que se formó en él: “Que el único Dios verdadero es el que se adora en Israel” ¿Cómo se formó esa convicción en Naamán? Recibió la información de que el Dios de los judíos podía sanarlo. Observemos como el creyó esa información y la llevo a la experiencia. Aunque no le resulto fácil, obedeció al pie de la letra las instrucciones que recibió y, al hacerlo, fue sanado. Reflexionemos. Naamán recibió una información, la puso en práctica, obedeció las instrucciones que recibió y obtuvo resultados ¡Y formó una convicción en Dios!

 

La obediencia al pie de la letra, la obediencia de corazón a las instrucciones, enseñanzas y mandamientos que están escritos en la Biblia es el factor más importante para formar convicciones en Dios. (Véase Salmo 119:4; Mateo 6:21)

 

Deuteronomio 30:1-20 nos muestra el objetivo del profeta Moisés: Que los israelitas formaran la convicción de que es mejor vivir en obediencia a Dios que seguir viviendo en rebeldía al Creador. 11 veces exhorta al pueblo a obedecer y 3 veces los instruye con detalle: Deben obedecer con toda su mente y con todo su ser los mandamientos divinos. Moisés sabe que si lo hacen, Dios responderá, los israelitas verán los resultados y formarán la convicción de que es infinitamente mejor vivir en obediencia a Dios.

 

Todo creyente que aprenda a obedecer a Dios con todo su corazón, al pie de la letra y se afirme y persevere, vera la respuesta, experimentará la manifestación del poder de Dios, será grandemente bendecido ¡Y formara convicciones del poder y la fidelidad de Dios!

 

Sin embargo, también encontramos personas que formaron convicciones a partir del sufrimiento. Veamos hombres que, al ser sometidos a intenso sufrimiento, reaccionaron positivamente, fueron capaces de entender que lo que estaban padeciendo era consecuencia de su pecado y rebeldía hacia Dios y se arrepintieron, se humillaron, y clamaron de tal manera por el perdón, que Dios no solamente los perdono, también los libro del sufrimiento y los restauro a una posición mejorque la que tenían antes de su rebeldía.

 

Uno de los hombres que formaron convicciones en Dios a partir del sufrimiento fue el rey Manasés, cuya historia encontramos en 2º de Crónicas 33:1-17. Hagamos un breve resumen de su vida en cuatro pasos:

 

1.- La maldad e idolatría de Manasés vs. 1-10

2.- El castigo divino v. 11

3.- Su arrepentimiento y restauración vs. 12-13

4.- Frutos de arrepentimiento verdadero vs. 14-17

 

El versículo 13 describe la convicción que se formó en él: “Solo así pudo Manasés comprender que su Dios era el Dios verdadero”

 

Job es, probablemente, uno de los personajes Bíblicos que más experimento sufrimiento. Job 36:15 registra las palabras que el profeta Elihú hablo a Job: “Dios usa el sufrimiento para hacernos entender”… El capítulo 42 de este libro nos informa de su arrepentimiento, de cómo pidió perdón y de como Dios lo perdono y lo bendijo de tal manera, que Job fue restaurando a una situación mejor que la que tenía antes.

 

Es conmovedor reflexionar en el final feliz de la vida de Job y la convicción que se formó en él: que Dios es perfectamente justo, sabio y todopoderoso (Job 42:1-6)

 

Otros mecanismos para formar convicciones en Dios

1.- La memorización de la palabra. Es necesario que las declaraciones y promesas que están escritas en la Biblia estén grabadas de manera firme y clara en la mente de las personas. Numerosos pasajes de la Biblia ordenan o motivan a los creyentes a memorizar la Palabra de Dios.

 

Proverbios 22:17-18 “Si aprendes de memoria mis enseñanzas y las repites al pie de la letra, tendrás una grata experiencia”.

 

Jeremías 31:33 “Mi nuevo pacto con el pueblo de Israel será este: hare que mis enseñanzas las aprendan de memoria”.

 

2.- La repetición de la Palabra en Deuteronomio 6:6-7, el profeta Moisés exhorta a los israelitas: “Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado y repítelas a tus hijos a toda hora y en todo lugar; cuando estés en tu casa o en el camino y cuando te levantes y cuando te acuestes”. Repetirnos a nosotros mismos las promesas divinas para que nuestra mente sea continuamente impactada con ellas, nos ayudara a formar convicciones de las promesas y del amor y la bondad de Dios.

 

3.- Procurar, por la Fe y la obediencia, tener experiencias milagrosas o sobrenaturales. Vencer a cuatro ejércitos con 318 sirvientes fortaleció las convicciones de Abraham (Génesis 14:14-15). Enfrentar y matar a leones y osos formo convicciones en David (1º de Samuel 17:34-37). La pesca milagrosa formo convicciones en Pedro (Lucas 5:8). Toda persona que cree en Cristo tiene abierta la posibilidad de ver milagros y tener experiencias sobrenaturales.

 

Cumpliendo las expectativas divinas.

Un hombre o una mujer que logra formar convicciones en Dios, satisface el propósito más importante que Él, tiene para los seres humanos, que este sea restaurado, que recupere la imagen y semejanza con su creador que perdió por causa de su rebeldía y pecado, a fin de que pueda cumplir el propósito para el que fue creado: Formar parte del Reino de Dios y gobernar y administrar la creación con Cristo.

 

El propósito especial de Jesús cuando vino a este mundo: Que los creyentes fueran restaurados, es decir, que recuperen la posición de dignidad, sabiduría, poder y autoridad que tenían originalmente, tal y como lo muestran pasajes bíblicos como Génesis 1:26-28 y el Salmo 8:3-9.

Veamos algunos pasajes que nos muestran que el propósito de Dios para el hombre es que este sea restaurado, que recupere su imagen y semejanza, que se parezca a Él.

 

Juan 10:34-35 “Jesús les dijo ¡Pero en la Biblia dice que somos dioses! Y ella siempre dice la verdad”.

Efesios 4:13 “Seremos perfectos, como lo es Cristo”

Efesios 5:1 “Ustedes son Hijos de Dios y Él los ama. Por eso deben tratar de ser como Él es”.

Colosenses 3:10 “En realidad, ustedes son personas nuevas, que cada vez se parecen más a Dios, su creador”

 

En el cantico al Cordero, en Apocalipsis 5:9-10, se nos revela que Jesucristo cumplió el propósito para el cual vino al mundo “Solo tu mereces tomar el libro y romper sus sellos. Porque fuiste sacrificado, y con tu sangre rescataste para Dios a gente de toda raza, idioma, pueblo y nación. Los hiciste reyes y sacerdotes para nuestro Dios. Ellos gobernaran la tierra”

 

Tengamos presente la revelación que se nos da en Juan1:10-15, que Cristo es la Palabra de Dios, que tomo forma humana. Así que este es el plan para restaurar al hombre: La Palabra de Dios viviendo en el creyente; Cristo siendo formado y prevaleciendo en él; Cristo unido al creyente y el creyente unido al Cristo; este es el plan de Dios, esta es la estrategia divina para que el hombre comparta el poder y la gloria de Dios. 

 

Colosenses 1:27 describe con claridad el plan divino: “Dios decidió darles a conocer este plan tan grande y maravilloso para todas las naciones y que es el siguiente: Dios envió a Cristo para que habite en ustedes y les de la seguridad de que van a compartir el poder y la gloria de Dios. ¡Que Cristo habite en el creyente! ¡Que la Palabra de Dios viva en él y sea la guía de su vida!

 

La importancia de las convicciones.

La Biblia nos informa de personas que formaron convicciones en Dios a muy temprana edad: David 1°Samuel16:12-13; 17:34-37; Josías 2° Crónicas 34:1-2; Timoteo 2° Timoteo 1-5; 3:15 y otras. Al estudiar la vida de estos hombres, podemos confirmar, que las convicciones que formaron cuando eran niños, moldearon su conducta cuando fueron adultos, influyeron en sus decisiones y determinaron su liderazgo como gobernadores, reyes y servidores de Dios, cumpliendo el propósito que Él tenía para ellos.

 

Es verdad que cometieron errores e incurrieron en pecados graves, como David, pero finalmente prevalecieron las convicciones que tenía, ilustremos lo anterior precisamente con David:

 

La primera vez que se le menciona es en 1°Samuel 3:14. Al ser rechazado Saúl como rey de Israel por su desobediencia, le es rebelado al profeta Samuel “Dios ya ha decidido quién será el próximo rey; ese rey si lo obedecerá”. Observemos como, siendo un niño, y antes de ser ungido como el rey de Israel Dios da testimonio de la obediencia de David, cualidad que fue determinante para su elección. El nuevo testamento nos presenta un testimonio conmovedor. En Hechos 13:22 declara: “Acerca de David, Dios dijo: Yo quiero mucho a David el hijo de Jesé, pues siempre me obedece en todo” y en el verso 36, el mismo apóstol confirma; “La verdad es que David obedeció todo lo que Dios le ordeno”.

 

1°Samuel 16:10-13, nos presenta, finalmente, el ungimiento de David como futuro rey de Israel.

 

Las convicciones de David.

En 1° Samuel 17, cuando David enfrenta a Goliat, observamos que, siendo todavía un adolescente, ya había formado convicciones solidas:

 

1.- Que Dios estaba con él. V. 46

2.- Que Dios es grande. V.46

3.- Que Dios es el que da la victoria. V. 47

 

Los versos 28-29 nos muestran como, su hermano mayor, lo conminó a regresarse a cuidar las ovejas, insultándolo duramente. El rey Saúl quiso desanimarlo v.33 y el mismo Goliat lo menosprecio y trato de amedrentarlo v.41-44. El v. 48 nos informa que “Cuando el filisteo se acercó para atacarlo, David también corrió hacia él” ¡Ni sombra de temor o duda! ¿Por qué nadie logró desviarlo de su propósito, desanimarlo o atemorizarlo? La respuesta es evidente: ¡David era un joven de convicciones firmes!

 

Al leer 2° Samuel 22:29-51 confirmamos que David tenía la absoluta certeza, la total seguridad, la convicción de que todo lo que había logrado venía de Dios.

 

Conclusión.

La Palabra de Dios vive y permanece en el creyente cuando este logra formar convicciones en ella. Entre más sólidas y profundas sean sus convicciones, más sólida y profunda estará la Palabra de Dios en él y, por consiguiente, su vida de plenitud, su salud física y emocional, su prosperidad y su santidad serán reales y evidentes y, lo más importante, su proceso de restauración será más acelerado.

 

 

Un cristiano de convicciones:

  1. Experimenta el cumplimiento de las promesas que están escritas en la Biblia. Es grandemente bendecido y testigo o protagonista de milagros y manifestaciones del poder de Dios.
  2. Está capacitado para cumplir la parte que le toca en el Nuevo Pacto. Teniendo la Palabra de Dios en forma de convicciones, podrá hacer de ella la guía de su vida.
  3. El proceso de su restauración es evidente. Cristo está siendo formado en él, en consecuencia, manifestara gradualmente los atributos de santidad, sabiduría y poder de él.
  4. Tiene las más altas probabilidades de formar parte del reino de Dios y de gobernar el universo con Jesucristo. Mateo 28:18; Apocalipsis 3:21.

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  • Adrian Pinal (miércoles, 26. enero 2022 01:18)

    Todo lo que nos expone en el texto es verdad que está escrito en la biblia, y debemos de tener la plena seguridad de en créer en DIOS.

    Gracias, por estás enseñanzas tan maravillosas

  • ESCALANTE ESCALANTE (martes, 25. enero 2022 02:40)

    Excelente, formar convicciones más que creencias.

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